LA BIBLIOTECA UN ENCUENTRO PLACENTERO Y SIGNIFICATIVO DEL ALUMNO CON LA LECTURA Y NO UN ESPACIO DE CASTIGO

Abstract

Al observar los espacios de lectura como la biblioteca que manejan los planteles educativos, nos encontramos con la sorpresa -difícil de comprender- que en algunos colegios de la ciudad de Neiva la utilizan como lugar de castigo y no como un estímulo o un premio para los estudiantes. En medio de esta situación, nos involucraremos directamente sobre el uso de la Biblioteca escolar, como un espacio para promover, premiar y disfrutar la lectura y no un lugar en el abandono total, por parte de los directivos y el personal docente, sobre todo los de lengua castellana, para darle el uso inadecuado, en convertirla en una celda oscura llena de telaraña, con malos olores y un espacio que siembra terror en los estudiantes que se acercan a ella, es ahí donde nos atrevemos a decir que este espacio se convierte en el peor castigo de los estudiantes de las instituciones educativas. En los planteles educativos de la ciudad de Neiva, se puede afirmar que no hay cultura en el uso y manejo adecuado de la biblioteca, puesto que algunas IE se han dedicado a ocupar este maravilloso escenario en un lugar olvidado, le han vendido la idea al estudiante que es ahí su lugar de castigo. También es triste observar que en otras instituciones han tomado este espacio, como la bodega del plantel educativo, donde los libros reposan en cajas llenas de cucarachas, arañas, alacranes y todo estos insectos que hacen que los libros se deterioren y se conviertan en basura, porque ya ninguna persona podrá darle su uso adecuado, puesto que sus hojas estarán mordisqueadas, orinadas, y lo peor, con un olor putrefacto. Pero es más triste aún, cuando uno se entera que una IE, no cuenta con este espacio para la biblioteca escolar, donde algunos libros decoran la oficina del rector o director del plantel y los otros libros reposan en el baño privado de aquella oficina en cajas empolvadas o en bolsas negras, dando la peor impresión a las personas visitantes, que en algún momento deciden en pedir prestado aquel baño y se lleva esa imagen el resto de su vida; donde uno se pregunta, ¿en dónde está el interés de los docentes y estudiantes en recuperar aquellas joyas valiosas?, ¿será posible que no haya una cultura que impulse, ame y valore la lectura?, ¿será, que la Institución no cuenta con proyectos académicos que impulse la Biblioteca, como eje central del conocimiento? Estas y muchas otras preguntas surgirán al saber que han violado, masacrado, desaparecido este maravilloso escenario, para nutrir y alimentar el saber.