ELADIO LINACERO: UN INTELECTUAL ARRINCONADO EN EL POZO, (NOVELETA DEL ESCRITOR URUGUAYO JUAN CARLOS ONETTI)

Abstract

La monografía nace bajo el interés de conocer e indagar acerca de la función del intelectual hispanoamericano, enmarcado dentro de la noveleta El Pozo, del escritor uruguayo Juan Carlos Onetti. Este tema nos permite preguntarnos sobre el papel de los intelectuales, en un país, en donde como decía Andrés Holguín, “han estado de espaldas al país”. Consideramos que es pertinente cuestionar el papel de la intelectualidad, en una sociedad que clama por la injerencia de este influyente grupo, con aportes que contribuyan a la formación de nación. Es importante establecer que con respecto a la intelectualidad sería urgente comprender y cuestionar la participación de los futuros docentes en dicha construcción y preguntarnos ¿Qué papel de intelectuales vamos a jugar en la sociedad actual, como forjadoras de cultura y conocimiento, dirigido a los intereses colectivos para beneficios del pueblo? La literatura en ese sentido, nos ayudará a advertir el trabajo de la intelectualidad y a desenmarañar la labor libertaria del arte y la literatura como práctica desalienadora. Es por ello que buscamos en la monografía, superar un requisito de grado al realizar un pequeño aporte para comprender el problema que se ha venido generando por la falta de compromiso del quehacer docente en el aula y que clama con urgencia esta sociedad manoseada por falta de intelectuales serios. Este trabajo nos remite al encuentro con el espíritu de la literatura hispanoamericana, descubriendo con esta noveleta al personaje, un tipo de intelectual que forma nuestra sociedad, hoy abrumada por la incertidumbre y la desesperanza. Este texto nos ha brindado, y creemos que a futuros lectores les brindará, una visión del pensador moderno, diferente de los que aparecen en los pasillos de las universidades, o en los grupos de sindicatos laborales, e incluso a aquellos que intentan construirse como “intelectuales”, al margen de la historia. Si bien es cierto que Eladio Linacero devino de periodista en un hombre arrinconado en un tugurio, es capaz de indagar el por qué de su vencimiento y para ello desciende al propio pozo de su interioridad. En el recuento de sus hechos vitales están el amor, la política, la identidad y la poesía, temas definitivos en la vida de cualquier ser humano. El contraste entre este hombre acorralado y los intelectuales que solemos ver, es que no sólo se atreve a la auténtica auscultación, sin que alcance a vislumbrar salidas así no sean de él ni para él, después de una despiadada crítica a su contemporaneidad, que podría ser la nuestra, y su ajuste de cuentas implacable consigo mismo. Creemos útil indagar sobre los nuevos letrados, capaces de discutir, pero a su de vez alentar, develando de igual manera la importancia de los intelectuales que lo rodean, dejando atrás el criticismo sin compromiso ético, al recuperar esa mística perdida, postura que lo lleva a ser honesto, pesquisidor de sí, independiente, para proponer el cambio, barriendo la tradicional idea del intelectual ligado exclusivamente al campo filosófico, literario y artístico. Así como este trabajo nació de la necesidad de un requisito de grado, y a la vez del interés personal por la literatura y el problema de caracterizar a un intelectual, lo fundamental está en la reflexión de Onetti sobre el intelectual que se mantiene y rediseña en esta sociedad del siglo XXI.