Estructura de un modelo de finca cafetera para la producción y comercialización de cafés especiales en pequeños caficultores en el departamento del Huila desde un enfoque de PMI

Abstract

Las regiones productoras de café se han consolidado con el transcurso del tiempo en una cultura que comprende múltiples variables como la calidad del suelo, trabajo, capital, tecnología, fertilizantes, capital humano, organizaciones. De ahí la noción de caficultura, entendida como las prácticas, técnicas y actividades tradicionalmente vinculadas a la cadena productiva del café en un país como Colombia (cultivo, cosecha, beneficio, secado, comercialización y agregación de valor). En 2019 el café representó el 1.3 % del PIB nacional y el 15 % del PIB agrícola colombiano (a precios constantes año base 2015) (DANE, 2020). En Colombia, el café ocupa el primer lugar como producto de exportación agrícola entre alimentos y bebidas, uno de los principales productos de la economía. En la actualidad en el sector se generan 2,5 millones de empleos directos e indirectos, de esta actividad dependen más de 560.000 familias rurales FNA. La producción de café en 2019 cerró en 14,8 millones de sacos de 60 kg, el quinto año consecutivo por encima de los 14 millones de sacos más que en 2018. Lo destacable es que esa producción se ha logrado, fundamentalmente, gracias a un aumento de la productividad, hoy en día tenemos una caficultura con los mejores indicadores de su historia las exportaciones aumentaron pasando de 7,2% a 13.7%, Estados Unidos (EEUU) sigue siendo el principal destino, con 43% de participación y un aumento de la demanda del 3% en países europeos FNA. El café es una fuente de ingresos para más de 12 millones de fincas de todo el mundo, una cuarta parte de las cuales están manejadas por mujeres. En los países productores proporciona empleo directo a más de 25 millones de familias. En estas dos últimas décadas el sector mundial del café se expandió considerablemente a raíz del 65% de aumento en la demanda de café (International Coffee Organization por sus siglas en inglés ICO, 2019). El principal motor de crecimiento fue el aumento del consumo en economías emergentes y en países productores de café; sin embargo, en el contexto cafetero, Echavarría et al. (2015), resaltaron que “la población cafetera se ha vuelto más vulnerable en el entorno volátil en el cual se tiene que desempeñar, porque es pobre, se ha envejecido, tiene pocos años de educación y se mueve en un mercado laboral predominantemente informal” (pp. 20). En el Censo Nacional Agropecuario en Colombia de 2014 se identificaron 207.344 hogares cafeteros los cuales equivalen al 13,7% de los hogares del área rural dispersa. En estos hogares habitan 706.963 personas correspondientes al 13,7% de la población censada. Del total de personas identificadas como miembros de hogares cafeteros el 46,5% son mujeres y el 53,5% restante son hombres. El café colombiano es conocido mundialmente por sus características organolépticas, sobresaliendo entre otros, lo que implica que los productores de café deben estar en constante mejora para sostener este reconocimiento mundial, pero al pasar el tiempo la generación de pequeños caficultores se va deteriorando con un claro mensaje de trasmitir a otra generación el papel del caficultor tradicional, es aquí donde las nuevas generaciones no tienen las herramientas que le permitan dar un enfoque empresarial a las fincas cafeteras del país, que los lleve a un manejo gerencial de la finca cafetera donde puedan diseñar estructuras de modelos orientados a la producción y comercialización de cafés especiales. La investigación titulada “Estructura de un modelo de finca cafetera orientada a la producción y comercialización de cafés especiales desde un enfoque de PMI para pequeños caficultores en el departamento del Huila”, está orientada al manejo de fincas de pequeños productores de Café, a partir de la modelación y planificación gerencial, con programaciones, seguimiento de actividades, control de costos, gestión de comercialización y manejo de personal. Se espera que la investigación aporte una nueva estructura de modelo para la caficultura del departamento del Huila. En esta investigación es muy importante la participación del caficultor, el cual tendrá el rol de un director, administrador o gerente de una finca cafetera: es la persona asignada por la organización (En este caso Finca Cafetera o Empresa Familiar) ejecutora para liderar al equipo (Trabajadores y/o Colaboradores de la finca), responsable de alcanzar los objetivos del proyecto. Las relaciones de comunicación del director del proyecto están basadas en la estructura organizacional y la gobernanza del proyecto. La metodología de investigación se desarrolló de acuerdo con el enfoque de proceso de planificación en los lineamientos del PMI para diez áreas de conocimiento, tales como: integración, alcance, cronograma, costo, calidad, recursos, comunicación, riesgo, adquisición e interés. Estos conceptos forman la base para la coordinación de los recursos humanos, equipos, materiales y sistemas financieros y ayudan a gestionar, analizar, planificar, dirigir, controlar, evaluar y modificar cualquier actividad relacionada con el proyecto para lograr los objetivos planteados (Castellanos, 2013). Los pequeños productores de café deben satisfacer las necesidades, preocupaciones y expectativas de las partes interesadas: clientes, proveedores, asociaciones cafeteras, organismos de la industria. Para tener éxito, los pequeños productores de café deben adaptar el enfoque del proyecto de finca, el ciclo de vida y los procesos de gestión de la finca a las características y necesidades de la finca. Además de las habilidades técnicas específicas y las habilidades gerenciales generales requeridas para definir la estructura del modelo de finca cafetalera, el gerente del proyecto (en este caso el caficultor) debe tener al menos las siguientes cualidades: conocimiento de gestión de proyectos, ambiente de negocios, conocimiento técnico, aspectos e información adicional sobre; habilidades necesarias para liderar equipos de proyectos, coordinar el trabajo, colaborar con las partes interesadas, resolver problemas y tomar decisiones efectivas; desarrollar y administrar alcance, cronograma, presupuesto, recursos, riesgos, planes, presentaciones e informes y otros atributos adicionales para dirigir con éxito como habilidad para administrar otras cualidades requeridas para el proyecto, como personalidad, actitud, ética y liderazgo, los caficultores deben asistir a diversos talleres y preparación académica para obtener habilidades que les ayudarán a mejorar la gestión de las fincas cafetaleras (Project Management Institute PMBOK, 2017). Para la estructura del modelo, se evaluó la estructura organizacional de una finca con características representativas en el municipio de Pitalito, se establecieron las necesidades del productor en lo referente a la administración de su finca y se realizó un prediseño de los procesos susceptibles de mejorar y una vez validado con los interesados, se elaboraron los entregables necesarios, adicionalmente, para la elaboración del análisis y validación de esta estructura, se tuvo como guía el libro denominado PMBOK 6ta Edición Guía de los fundamentos para la dirección de proyectos, desarrollada por el PMI y corresponde al documento de referencia que “identifica lo que constituye el cuerpo de conocimiento en gerencia de proyectos generalmente reconocido como buenas prácticas, cuyo conocimiento es aplicable a la mayoría de los proyectos y cuyos lineamientos y prácticas pueden mejorar el éxito de los proyectos…”(Guerrero Moreno G. , 2013).