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Título : MUJERES GACELA Desafíos de madres solteras y sus familias en la Neiva del siglo XXI
Autor : Peralta Tapias, Catalina
Coronel Vargas, Jennifer Graciell
Polanía Ramírez, Marcela
Fecha de publicación : 2018
Editorial : UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA
Citación : TH CSP;0135
Resumen : Se piensa que la gacela es un animal débil, nacido para complacer al más fuerte, para saciar el hambre del que manda. La gacela pretenderá escapar, huir de la muerte, pero irremediablemente acabará bajo las garras del león, en las fauces del guepardo, o siendo la cena de alguna otra fiera hambrienta que emprenderá una estrategia infalible. El depredador elegirá una gacela de entre decenas, quizá entre cientos. Será siempre la mejor, la más codiciable para sus ojos. Observará paciente sus movimientos, estudiará sus costumbres. Al cabo de un tiempo, él sabrá perfectamente a qué hora permanece junto a la manada y cuándo se queda sola. Sabrá a qué hora come y a qué hora duerme. Se aprenderá de memoria sus hábitos de apareamiento. El depredador no dejará nada librado a la suerte. Deseará con angustia, con profunda pasión, a la gacela. Soñará todas las noches con tenerla bajo su poder. Querrá hacerla suyo cada día, no admitirá compartirla con ningún otro animal. La gacela será el premio a su dedicación, a su destreza, a su sabiduría, a su paciencia, a su valentía. Cuando sea el momento, el animal salvaje se acercará lentamente, de manera imperceptible, al territorio de la gacela. Y, aunque ella sepa oler el peligro, él será tan cauteloso que ella no notará su presencia. Cuando él esté a unos pocos metros, ella lo reconocerá. Entonces, empezará la carrera. Él la perseguirá por llanos, selvas, ríos, arenales, bosques y descampados. La perseguirá día y noche hasta lograr su rendición. Ella correrá por su vida, sabiendo que llegará el momento del cansancio, el instante en que se dará por vencida. Entonces, él se abalanzará sobre ella, la devorará, le romperá los huesos con sus dientes, se saciará con su carne, beberá su sangre y dejará los despojos para las aves de rapiña. No tendrá piedad con su presa. Así actúa un hombre depredador con una mujer gacela” (Noriega, 2017). En algunas comunidades africanas le dicen “Gacelas” a la mujer inteligente, fuerte, bella, ágil y elegante. Así son las mujeres que conocimos durante el desarrollo de nuestra investigación, seis mujeres que sobrevivieron a los depredadores que las abandonaron cuando se convirtieron en madres y al igual que estos fascinantes animales, cuidaron y protegieron a sus hijos 8 volviéndolos independientes para que no permitieran que otros los devoraran. Las gacelas madres son tan precavidas que siempre están a la expectativa de cualquier movimiento o ruido y sólo duermen algunos minutos y en intervalos. Las gacelas recién nacidas son unos de los animales que más rápido aprenden a caminar y a correr, esto los hace más independientes, pero a la vez su vida corre mucho más riesgo porque están expuestas a los depredadores, por eso sus madres arriesgan su vida constantemente para proteger a sus hijos, exponiéndose como carnada para que, en caso de que haya depredadores al acecho, la cacen a ella. Así permiten que sus hijos aprendan de su ejemplo y se entrenen para el futuro.
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